Trajes espaciales

Trajes espaciales RIA Novosti

El ser humano durante toda la historia de su existencia ha deseado investigar todo lo que le rodea, la tierra, el mar, el aire y hasta el espacio. Sin embargo, la historia de la exploración del cosmos no cuenta con muchos años: apenas ha pasado medio siglo desde que por primera vez el hombre salió al espacio. Los estudios e investigaciones en esta área muestran una evolución excepcional, así como todo lo relacionado con la vida del ser humano en una nave espacial.

La historia del traje espacial es tan interesante como la del propio espacio.

El reto

A principios del siglo XX los científicos se enfrentaron con un serio reto consistente en la necesidad de inventar un traje hermético, que asegurase una respiración normal, protegiese del calor, del frío, de la radiación y de la nula presión atmosférica en el espacio y que, además, permitiese moverse con libertad. Una tarea realmente difícil pero no imposible. Y en 1931 el primer traje espacial ya estaba listo en la Unión Soviética.

Este traje que llevaba por nombre Ch-1 y había sido diseñado por el ingeniero E. Chertovski, era hermético y en el casco llevaba un pequeño vidrio para poder ver. Fue bueno, pero le faltaba flexibilidad ya que era imposible moverse dentro del mismo.

Pasaron algunos años y el ingeniero Chertovski resolvió el problema con la creación de los modelos Ch-2 y Ch-3. Este último, presentado en 1937, era el primer traje espacial que se podía utilizar en altitudes considerables. El Ch-3 estaba provisto de un dispositivo autónomo de respiración y cartuchos de regeneración que permitían lanzarse en paracaídas desde grandes alturas.

Antes del inicio de la Segunda Guerra mundial Chertovski diseñó más modelos de Ch-3 ytambién de Ch-4, hasta llegar al Ch-7.

Paralelamente al trabajo de Chertovski, el Instituto Central de Aerohidrodinámica elaboró un traje denominado SK-TsAGI-1. Los científicos del instituto tardaron un año (1937) en hacer un traje realmente bueno, que estuviera lo suficientemente equipado y que diera más libertad de movimiento al cosmonauta. El segundo modelo del mismo traje fue equipado con un sistema autónomo de regeneración de aire que podía funcionar 6 horas seguidas limpiando el ambiente de CO2 y la condensación de agua dentro del traje.

Los diseños de SK-TsAGI se siguieron desarrollando hasta el año 1940, fecha para la que ya se había llegado al modelo SK-TsAGI-8.

La Gran Guerra Patria paralizó el proceso de perfeccionamiento de los trajes espaciales pero una vez terminadas las acciones de combate, se aceleró la evolución de estos.        

Entre 1947 y 1950 un grupo de especialistas elaboraron los trajes VSS-1 y VSS-4 de aviación: monos herméticos de tejido engomado con cascos y máscaras de oxígeno.

El año 1959 fue crucial para el desarrollo del traje espacial, ya que había de haber un modelo para Yuri Gagarin, el primer cosmonauta. Este modelo fue el SK-1, con casco esférico. Más tarde apareció el SK-2 para la primera mujer cosmonauta con una forma más adecuada a la fisiología femenina.

Nuevas exigencias

A mediados de los años 60 se abrió una nueva época para la astronáutica con la elaboración de nuevos tipos de trajes para poder salir al espacio abierto.

El primer modelo de esta serie se llamó "Bérkut" ("águila real"). Era un traje hecho con varias capas de membrana y con una superficie de aluminio. Esta construcción permitía alcanzar un buen nivel de resistencia contra el frío. Los ojos del cosmonauta estaban protegidos por un filtro de luz hecho de vidrio orgánico para contrarrestar la intensidad de la luz solar.

El siguiente traje espacial de la misma serie se llamaba Yástreb ("azor") y tenía una autonomía de 2,5 horas fuera de la nave espacial. Yástreb estaba equipado con un nuevo dispositivo de respiración, el cual tenía un sistema mejor para regenerar el oxígeno y limpiar el aire.

En 1969 los especialistas diseñaron el traje Sókol-K ("halcón"), que estaba mejor adaptado a las necesidades para el espacio, era hermético y pesaba 10 kilos.

Los siguientes modelos de trajes espaciales fueron elaborados para el desembarque del hombre en la Luna. Desde luego debía ofrecer más funciones para poder permitir al hombre "caminar" por la Luna, coger muestras del suelo lunar, perforar el suelo, tener la posibilidad de comer y evacuar orina del traje, además de un sistema de apoyo vital. Kréchet ("gerifalte") y Orlán ("águila marina") contaban con un sistema de manipulación del traje. Los dos trajes permitían al cosmonauta trabajar fuera de la nave 10 horas seguidas y ejecutar diferentes trabajos. Un traje de este tipo puede superar los 130 kilos de peso.

El 4.º modelo de Orlán es el que utilizan hoy en día los cosmonautas de la Estacion Espacial Internacional.

Actualmente los científicos están elaborando un nuevo traje denominado "Strizh" ("vencejo") que está equipado con un dispositivo de respiración, regeneración y un asiento acolchado. Según los especialistas internacionales, este traje está considerado el mejor de todos los hasta ahora creados.

Un traje espacial está compuesto de:

Perneras: Unos pantalones y un anillo ventral ajustable en altura y anchura para ser usado por distintas personas.

Tronco: Una camisa con anillos en las muñecas y el cuello.

Guantes: Permiten cierta sensibilidad a la hora de herramientas y al mismo tiempo proteger del espacio exterior. Suelen estar hechos a medida.

Casco: Debe permitir una amplia visibilidad, ser robusto, tener varias pantallas para proteger los ojos de la radiación sin obstaculizar la visión, además de uno o dos micrófonos para la radio, auriculares y una pantalla donde aparezcan mensajes escritos.

Mochila: Contiene las botellas de aire para poder respirar, el regulador para compensar la diferencia de presión, las baterías y la radio.

Tubos de evacuación: Una serie de conductos para permitir al cosmonauta orinar y defecar.

Un traje de este tipo puede superar los 130 kilos de peso.

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