Pskov

Pskov Oleg Glébov

La ciudad norteña de Pskov merece una atención especial. No es una ciudad de tránsito, no es suficiente con echar un vistazo a los monumentos más destacados y seguir viajando. Tras la ciudad se encuentra Europa occidental. Pskov es sobremanera rica en pintorescas iglesias de minúsculas dimensiones que datan principalmente de los siglos XV y XVI y se considera una de las primeras ciudades ortodoxas de Rusia. Por las calles de la ciudad se han paseado poetas, dramaturgos y novelistas rusos como Alexandr Pushkin y grandes compositores como Modest Músorgski y Nikolái Rimski-Kórsakov.

Pskov fue una ciudad estado, una república medieval de la Veche (asamblea popular) y una fortaleza construida para salvaguardar las fronteras del noroeste de Rusia. En los tiempos antiguos por la ciudad pasaba la gran ruta comercial entre los varegos y los griegos, por la cual se comunicaban con Tartu, Tallin y Estocolmo. Durante varios siglos, Pskov logró conservar su abundancia e independencia de su poderoso vecino, Nóvgorod, pero con el tiempo tuvo que someterse y finalmente acabó formando parte del reino moscovita unido.

Han pasado once siglos desde la primera referencia que aparece de la ciudad en la Crónica de Néstor y hoy en día Pskov ocupa uno de los primeros europeos en riqueza de monumentos y arquitectura, es un tesoro abundante de la cultura rusa. El casco antiguo impresiona por su belleza, unidad y gran número de edificios históricos, repletos de leyendas y mitos.

El centro histórico y geográgico de la ciudad es el kremlin.Al frente de la entrada están los restos de la ciudad antigua que contaba con diecinueve iglesias, de las que solo quedan las ruinas. En las crónicas antiguas Pskov aparece bajo el nombre de la Casa de la Trinidad, por su santuario principal, la Catedral de la Trinidad, que se ubica en el terrirorio del kremlin. La soberana Olga de Kiev, nacida en Pskov, se considera la fundadora de la catedral. Gracias a ella y a su actividad, las crónicas históricas mencionaron la ciudad por primera vez en. Después de la muerte de su marido e hijo, gestionó el antiguo Estado ruso, empezó a establecer el cristianismo en la región y por sus méritos fue canonizada. Por eso se dice que Pskov es la cuna del cristianismo en Rusia.

El nombre de Olga abunda en Pskov, la ciudad cuenta con un malecón que lleva su nombre, con un puente y una capilla.

En el siglo XVI Pskov era la tercera ciudad más importante de Rusia tras Moscú y Nóvgorod y contaba con más de ochenta iglesias y parroquias. La ciudad crecía tan rápidamente que los habitantes tomaron la decisión de construir una fortaleza para defenderla. La muralla que rodeaba el kremlin contaba con treinta y siete torres, catorce puertas de entrada y gran número de pasajes ubicados en las paredes, torres y subterráneos. El kremlin de Pskov era una de las fortalezas medievales de Europa del Este más impresionantes.

En las Pogankiny Palaty (Salas de los Pogankiny) se encuentra la mayor colección de pintura de iconos reconocidos mundialmente. En las afueras de la ciudad, en la necrópolis subterránea de la Catedral Pskov-Pecherski Sviato-Uspenski, construida en el siglo XV, descansan tanto restos de monjes como de personas de familias ilustres. Aquí se puede admirar el monumento a la santa princesa Olga, erigido para conmemorar los once siglos de la primera mención de la ciudad.

Uno de los sitios más bellos de la ciudad es la montaña Gremiáchaya, con su combinación única de naturaleza y el conjunto de tres edificios: la torre Gremchaya, la iglesia de Cosme y Damián y la fábrica de curtidos.

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