Historia de la lengua rusa

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El idioma ruso es la única lengua oficial para todo el territorio de la Federación de Rusia. Según los últimos datos del año 2003, el ruso es hablado por 295 millones de personas en todo el mundo y es la lengua materna de 170 millones, 119 de los cuales residen en Rusia.

El ruso es la segunda lengua oficial en Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán.

Sistema gramatical

El ruso se caracteriza por un sistema de flexiones muy desarrollado y por un orden muy libre de las palabras dentro de la oración.

El acento de la palabra no es fijo y cambia según el accidente gramatical, causando el debilitamiento de las vocales de las sílabas átonas, de modo que la palabra pronunciada no se parece mucho a la escrita: moloko = /malakó/.

El verbo se caracteriza por categorías de 1) aspecto: perfecto o imperfecto, que es una característica intrínseca del infinitivo del verbo; 2) tiempo: con tres formas (pasado, presente y futuro); 3) número; 4) género, en forma de pasado en singular; y 5) modo: indicativo, subjuntivo e imperativo. En las gramáticas escolares suelen presentarse tres conjugaciones. Cuenta también con cuatro participios y dos gerundios.

El sustantivo y el adjetivo se caracterizan por categorías de: 1) animación 2) caso 3) número y 4) género. En las gramáticas escolares suelen presentarse en tres declinaciones.

El ruso pertenece, dentro de la familia de las lenguas indoeuropeas, al grupo de lenguas eslavas. Forma parte del subgrupo de lenguas eslavas orientales, junto con el bielorruso y el ucraniano.

Las tres lenguas se han formado sobre la base de la antigua lengua rusa que existió entre los siglos XI y XIV.

Historia

Protoeslavo

Todas las lenguas eslavas, y el ruso entre ellas, descienden del llamado protoeslavo.

Presumiblemente, en el III milenio a. C. de la familia indoeuropea de lenguas se individualizó el dialecto protoeslavo que en el II milenio a. C. se transformó en la lengua protoeslava. El protoeslavo fue la lengua de las tribus y poblaciones eslavas hasta el siglo VI. No se sabe si la lengua tenía alguna escritura ya que no ha llegado ningún escrito hasta nuestros días.

En los siglos V y VI las tribus eslavas empezaron a migrar, lo que impulsó el proceso de la división del protoeslavo en los siglos VI y VII, que resultó en la creación de tres subgrupos de lenguas eslavas: el oriental, el occidental y el meridional.

A finales del siglo IX, los hermanos san Cirilo y san Metodio registraron por escrito el dialecto búlgaro, perteneciente al subgrupo de lenguas eslavas meridionales, y sobre su base formaron la lengua eslava antigua, sistematizando y formalizando los datos lingüísticos de las variantes de la zona. La fecha de la creación del alfabeto que permitió fijar el eslavo antiguo y formó la escritura de todas las lenguas eslavas en aquella época se considera el año 862. Los santos Cirilo y Metodio crearon un alfabeto común que hizo posible representar por escrito los sonidos de los dialectos eslavos locales y elaborar una lengua literaria estandartizada, el eslavo antiguo. En 862 los santos, apoyados por sus discípulos, compusieron un alfabeto que correspondía a los sonidos del habla eslava y tradujeron del griego muchos textos religiosos. En aquella época los tres subgrupos de idiomas eslavos no se distinguían tanto y se entendían, así que el eslavo antiguo asumió el papel de lengua de cultura para todas las naciones eslavas.

Los textos más antiguos que han sobrevivido hasta hoy en día se fechan en el siglo X. 

El alfabeto cirílico desciende del alfabeto griego, pero los santos y sus discípulos añadieron algunas letras para representar ciertos sonidos ausentes en la lengua helénica. Desde el momento de su creación el cirílico se ha adaptado a los cambios lingüísticos y, como resultado de numerosas reformas, en cada idioma adquirió sus propios rasgos específicos. Diferentes versiones del cirílico hasta hoy en día siguen usándose en varios países de Europa Oriental y de Asia Central. El primer Estado que lo aceptó como escritura oficial fue el Primer Imperio Búlgaro.

El misterio de los dos alfabetos eslavos

Sin embargo, a día de hoy los especialistas siguen sin llegar a un acuerdo sobre cuál de los dos alfabetos eslavos, el glagolítico o el cirílico, fue el que compuso Cirilo. Los dos se distinguen exclusivamente por la representación gráfica de los sonidos.

Durante cierto tiempo se pensó que el alfabeto original fue el cirílico, mientras que el glagolítico era una forma de escritura clandestina, inventada después de que en 885 el Papa prohibiera el uso del eslavo antiguo en el servicio religioso y de que más tarde las autoridades moravas prohibieran la escritura cirílica.

A favor del carácter clandestino del glagolítico está el trazo de las letras, que es similar al del jutsuri, el alfabeto eclesiástico georgiano, creado antes del siglo IX; y el número de caracteres en ellos también coincide. Al mismo tiempo algunas letras glagolíticas recuerdan mucho a caracteres cabalísticos hebreos medievales (de la Cábala o Kabbalah, una de las principales corrientes de la mística judía) y algunas a caracteres rúnicos islandeses clandestinos. Especialistas comentan que no es casual, ya que Cirilo conocía los alfabetos orientales y leía los textos hebreos originales.

Actualmente prevalece la versión de que el alfabeto glagolítico fue el primero en aparecer y los hermanos santos son sus autores, mientras que el cirílico fue creado por la escuela literaria búlgara posterior: muchos científicos lo asocian con San Clemente de Ojrid, uno de los discípulos de los apóstoles Cirilo y Metodio.

A favor de la opinión de que los santos compusieron el alfabeto glagolítico, mientras que el cirílico fue creado a base del glagolítico y del alfabeto griego, están los manuscritos más antiguos, del siglo X, que están escritos con el alfabeto glagolítico y con un vocabulario más arcaico y más próximo fonéticamente a la lengua de los eslavos meridionales. Otro argumento es que los textos más antiguos en pergamino muestran huellas del alfabeto glagolítico, borrado para dar lugar a la escritura cirílica, pero no se conoce ningún palimpsesto sobrescrito en glagolítico.

El eslavo eclesiástico, la versión rusa del eslavo antiguo

Cuando Rusia abrazó el cristianismo en el país empezaron a extenderse los textos religiosos cristianos traducidos al eslavo antiguo por los apóstoles Cirilo y Metodio y sus discípulos. Como su lenguaje era muy parecido al idioma hablado en el país, los escribanos no podían evitar que penetraran elementos de los dialectos locales del ruso antiguo en los textos y, aunque fuese involuntariamente, cambiaban la escritura de las palabras eslavas, aproximándolo al de las rusas. Y así el eslavo antiguo, en el territorio de Rusia, se trasformó en el eslavo eclesiástico, una lengua que se clasificó posteriormente como idioma eslavo meridional a causa de sus orígenes, a diferencia del ruso antiguo, perteneciente, igual que el ruso contemporáneo, al subgrupo de lenguas eslavas orientales.

Los procesos de sistematización del eslavo eclesiástico y de la introducción de las regulaciones lingüísticas comunes duraron hasta finales del siglo XVII.

El eslavo eclesiástico y el ruso antiguo

Así es como en Rusia empezaron a hablarse dos lenguas: la litúrgica, es decir, el eslavo eclesiástico de los textos religiosos que hasta hoy día conserva su estatus y se emplea en los oficios religiosos, y la laica, el ruso antiguo, que tuvo la misma escritura heredada del eslavo antiguo, el alfabeto cirílico, pero servía en las esferas de la vida cotidiana.

Los primeros textos escritos en ruso antiguo que se conocen están fechados en el siglo XI. Es todavía una mezcla de dos lenguas: del eslavo antiguo, creado por los santos Cirilo y Metodio, y del ruso, la lengua hablada del país.

El ruso antiguo que existió entre los siglos VI y XIV sirvió de base para tres lenguas eslavas orientales, el ruso, el bielorruso y el ucraniano, que se formaron entre los siglos XVII y XIX. 

El ruso antiguo empleó la misma escritura que el eslavo antiguo, formado a base de protoeslavo, y el eslavo eclesiástico.

Como material para los documentos laicos se utilizaba corteza de abedul. Los textos preservados muestran correspondencia particular, documentos comerciales, testamentos y protocolos de tribunales. Además, aparecen textos escolares, abecedarios, tareas de casa o dibujos infantil. Hay también textos folclóricos, chistes, adivinanzas y recetas.

En las épocas posteriores el alfabeto cirílico, empleado en la vida cotidiana, sufrió cambios, y el trazo contemporáneo de las letras del ruso moderno hoy día se distingue mucho del del eslavo eclesiástico, que sigue usándose como lengua litúrgica de los oficios religiosos.

Durante los siglos XII y XIII el ruso antiguo sufrió muchos cambios, tanto fonéticos (cuando desaparecieron, por ejemplo, vocales reducidas o consonantes líquidas), como gramaticales (cuando se empezaron a emplear mucho las construcciones a base de sustantivos con preposiciones y oraciones compuestas subordinadas). En el período entre los siglos XIV y XVII el ruso antiguo perdió formas de presente de verbos copulativos, que hoy en día solo permanecen en ciertas frases hechas. También desaparecieron algunas formas de tiempos verbales como el pluscuamperfecto o imperfecto. En cambio, se desarrolló la oposición entre el aspecto perfecto e imperfecto en el infinitivo del verbo y aparecieron los gerundios.

El desarrollo de la lengua rusa literaria

Pedro I

El gran reformador ruso, el emperador Pedro I, impuso cambios no solamente en la estructura del Gobierno y del Ejército, sino que también impulsó cambios en el idioma. Estableció relaciones comerciales con varios países de Europa, sobre todo con Alemania, gracias a lo cual en el ruso aparecieron muchos préstamos alemanes, tanto términos técnicos y comerciales, como palabras cotidianas.

Además, entre los años 1708 y 1711 Pedro I reformó el alfabeto ruso: suprimió letras repetitivas, es decir, aquellas que representaban los mismos sonidos, y letras que se habían usado en la época antigua para presentar números y habían caído en desuso tras la introducción en Rusia de los números arábigos. Desde entonces el alfabeto ruso empezó a distinguirse del alfabeto del eslavo eclesiástico de una manera más marcada.

Lomonósov

Hasta el siglo XVIII el eslavo eclesiástico se usó también como la lengua de literatura, pero jamás fue un idioma hablado.

En el siglo XVIII empezó a desarrollarse muy rápidamente la lengua literaria propiamente rusa, mientras que las esferas del uso del eslavo eclesiástico se redujeron.

Este cambio de tendencia se debió a Mijaíl Lomonósov, fundador de la primera universidad rusa en 1755, que hoy lleva su nombre, y del sistema de educación abierto, en el que los orígenes nobles dejaron de ser un criterio de acceso.

Lomonósov, a parte de ser un astrónomo, químico y físico ruso, que anticipó en la formulación de muchas de las leyes científicas contemporáneas, reformó el sistema de versificación y compuso la gramática descriptiva del ruso. En 1739 formuló los principios de la versificación, rechazando los esquemas prestados de lenguas extranjeras y afirmó que hacía falta emplear las posibilidades del idioma ruso. En su gramática describió variedades del ruso y sistematizó elementos de diferentes registros: el oral, el especializado (comercial y jurídico) y del estilo literario.

Pushkin

Gracias a Lomonósov, el ruso mejoró considerablemente su posición como lengua literaria y sustituyó en esta función al eslavo eclesiástico casi por completo, pero en cuanto a sus funciones comunicativas, durante todo el siglo XVIII y parte del XIX, tan solo el pueblo llano hablaba ruso, mientras que la lengua de la nobleza en Rusia era el francés.

Tras establecerse estrechas relaciones políticas y culturales con países Europeos gracias al primer emperador ruso, Pedro I, en el país empezó a difundirse mucho el alemán desde el inicio del siglo XVIII como lengua académica y comercial y, posteriormente, el francés, como la lengua de comunicación entre los aristócratas. Lo usaban en casa con la familia, para escribir cartas personales y lo dominaban mucho mejor que el ruso. Algunos casi no hablaban ruso y solo sabían algunas frases.

Se puede afirmar que la lengua rusa literaria en su forma actual se formó en el cambio de siglos XVIII y XIX. El ruso resultó ser un idioma apto para la literatura y recibió el estatus de lengua nacional en la primera mitad del siglo XIX gracias a la personalidad de Alexandr Pushkin, el poeta y escritor ruso, a quien se considera el creador de la lengua literaria nacional.

A pesar de los más de 200 años transcurridos desde su obra y de todas las diferencias notables entre el lenguaje de Pushkin y el de los autores contemporáneos, sus obras siguen considerándose la cima de la literatura rusa, un patrón, igual que Dante para Italia o Goethe para Alemania.

A diferencia de Lomonósov, que en sus obras usaba el estilo alto (la lengua de la clase alta), Pushkin empleó el ruso popular. Creó una nueva literatura rusa y estableció las normas de la lengua nacional literaria, aproximando el lenguaje de la literatura lo más posible al lenguaje popular. Siempre acentuó lo absurdo que es para un noble no saber hablar bien el idioma de su propio país. Gracias a él, el ruso conquistó el puesto de lengua de comunicación universal de Rusia.

Reforma de los años 1917 – 1918

En vísperas de la época soviética el ruso, tanto hablado como escrito, no tenía mucho que ver con el ruso antiguo y menos con el eslavo eclesiástico. La mayoría de la población no entendía los textos en estos idiomas sin no estaban acompañados de explicaciones.

Al llegar al poder, los bolcheviques impulsaron la reforma de la ortografía que eliminó algunas letras y aproximó la escritura cirílica a la versión hablada del ruso, lo que provocó muchas críticas por parte de los intelectuales. Veían en esto la violación de las leyes naturales del desarrollo del idioma y una simplificación muy drástica, destinada a servir a los intereses de la plebe no educada.

Cambios posteriores en el idioma fueron causados por cambios en el sistema político del país. El fuerte crecimiento de la burocracia causó la aparición de un gran número de expresiones cancillerescas y abreviaturas que penetraron incluso en los nombres propios, por ejemplo Industrina (de “industria”), Tractorina (de “tractor”) Barrikada, Marlen (Marx y Lenin), Vladlen (Vladímir Lenin), Idlen (Ideas de Lenin), Yurgag (Yuri Gagarin), Ercom ("Era del comunismo") y muchos otros.

La tendencia no duró mucho. Sin embargo, hasta ahora el lenguaje jurídico conserva algunas frases fijas de aquella época que se caracterizaba por el uso excesivo de sustantivos, por ejemplo: “realizar irrigación” en vez de “irrigar”, “realizar labores de excavación” en vez de “excavar” o “realizar el regreso a casa” u otro tipo de casos: "la nueva iniciativa acerca de la realización de una conferencia sobre la cuestión de negociaciones, dedicadas a una tarea muy difícil de análisis del gran número de métodos de colaboración…". Hoy en día estas construcciones se consideran errores estilísticos bastante graves.

El ruso sirvió de base para muchos dialectos sociales:

Trasianka. Lenguaje mixto en Bielorrusia, formada sobre la base del vocabulario ruso, pero con fonética y gramática del bielorruso. Tiene una historia bastante larga, desde que el territorio de Bielorrusia entró a formar parte del Imperio Ruso a finales del siglo XVIII. Los primeros testimonios escritos están fechados a finales del siglo XIX. Surgió como medio de comunicación entre campesinos, para quienes la lengua natal era el bielorruso, y habitantes de las ciudades, “rusificados” por orden real. En la época soviética el dialecto se desarrolló aún más debido a que en la educación básica y superior, en la televisión, en la radio y en los periódicos la lengua utilizada era el ruso ya que Bielorrusia careció de lengua oficial hasta el año 1990, cuando la República se proclamó Estado independiente.

Súrzhyk . Es una mezcla de vocabulario ruso y ucraniano modificados con fonética y gramática ucranianas. Fue registrado por escrito ya en 1819. Según los datos del Instituto Internacional Sociológico de Kiev, hoy en día lo hablan entre un 11% y un 18% de la población de Ucrania, es decir, entre 5,1 y 8,3 millones de personas.

Runglish. La lengua pidgin ruso-inglesa que usan los emigrantes rusos que residen en países anglófonos. La comunidad más famosa donde se utiliza es la de Brighton Beach, en Brooklyn, Nueva York. Se caracteriza por el vocabulario inglés, pero con algunas inclusiones rusas, y por la fonética y gramática rusas.

Deutschrussisch.  La lengua pidgin ruso-alemana, caracterizada por la formación del vocabulario sobre la base de raíces alemanas pero con prefijos y sufijos rusos, cuyas palabras se flexionan después según las reglas de la gramática rusa.

Fenya. La jerga criminal, compuesta a base de morfología y gramática rusas pero con un vocabulario muy peculiar. Se formó en la Rusia de la época medieval y originalmente fue una lengua clandestina que usaban entre sí los comerciantes y viajantes.

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