El transbordador espacial Burán

El transbordador espacial Burán Vadim Lukashévich

El programa espacial Energuia-Burán fue una verdadera cumbre de la ciencia cósmica y la tecnología aeroespacial de la Unión Soviética, ya que Burán (“ventisca”, “tormenta de nieve”) se presentó como el primer y único vehículo parcialmente reutilizable de una serie de naves que nunca llegó a completarse.

Orígenes del programa: la “carrera de transbordadores”

Características del transbordador Burán

Histórico primer lanzamiento

Fin del proyecto

Orígenes del programa: la “carrera de transbordadores”

El programa Energuia-Burán fue creado en la URSS como un proyecto militar para fabricar un transbordador espacial (orbitador) multiuso para vehículos de diferentes tipos que fuera capaz de llevar a la órbita de la Tierra y traer de vuelta a la superficie objetos cósmicos de diferentes tipos —satélites, módulos espaciales, vehículos de carga, etc.— y también cosmonautas y especialistas para construir y mantener en órbita los complejos y estaciones espaciales como la Almaz, ya desarrollada en aquel momento, la Mir y la Estación Espacial Internacional (EEI), realizadas con éxito más adelante.

El proyecto que se inició en la Unión Soviética en 1976 por orden de los jefes de Estado y del Ministerio de Defensa, se convirtió en una “carrera espacial” entre el Energuia-Burán y el transbordador espacial de la NASA (el STS, por sus siglas en inglés: Space Transport System), el programa estadounidense multiusos de transbordadores espaciales.

El mismo programa Energuia-Burán tenía que haber sido la respuesta de la URSS al programa STS de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés).

Es más, el transbordador espacial estadounidense Enterprise, que nunca vería el espacio, y el Columbia, el más antiguo de los modelos de esta clase, que acabó su camino de modo trágico en 2003,  sirvieron de “prototipos” para el Burán soviético.

Mientras que el ambicioso programa de la NASA y la Fuerza Aérea estadounidense para la creación de un sistema de transporte espacial había comenzado en la segunda mitad de la década de 1960 y alcanzó el éxito con el lanzamiento del transbordador Columbia (el primer vuelo de una nave de esta categoría), con dos astronautas a bordo el 12 de abril de 1981, el programa Energuia-Burán estuvo en desarrollo doce años, hasta el lanzamiento del Burán en 1988.

Este tipo de naves son vehículos, con tripulación o sin ella, que pueden ser, o se planea que sean, lanzados en múltiples ocasiones al espacio debido a que son parcialmente reutilizables.

El desarrollo del proyecto ruso fue realizado por la compañía NPO Molnia, empresa especialmente creada para el programa Energuia-Burán en febrero de 1976 y encabezada por Gleb Lozino-Lozinski, eminente ingeniero proyectista de aviones y naves espaciales, uno de los diseñadores del avión espacial del proyecto Spiral, honrado en 1975 con el título de Héroe del Trabajo Socialista por la creación del caza interceptor MiG-25.

Características del transbordador Burán

El transbordador Burán tenía una vida útil proyectada de unos 100 vuelos espaciales.

El lanzamiento de Burán se realizaba con ayuda del cohete (lanzadera) Energuia, que debía poner el trasbordador en órbita y fue específicamente diseñado para este propósito, de manera que el Burán no era parte integral del sistema de lanzamiento, sino una mera carga del lanzador, que a su vez era capaz de lanzar otros tipos de carga de hasta 80 toneladas (por ejemplo, la estación militar Polius).

El Burán podía transportar una tripulación de cuatro personas —piloto, copiloto y dos cosmonautas— pero era capaz de aumentar el número de tripulantes hasta diez, que ocuparían la parte superior del módulo presurizado.

Burán podía colocar una carga máxima de 30 toneladas en una órbita de 250 kilómetros. Con la carga máxima de propergol (14,5 toneladas) se podían colocar 27 toneladas en una órbita de 450 kilómetros de altura. Y si en el compartimiento de carga se añadían tanques de propergol, el orbitador podía alcanzar apogeos orbitales de 1000 kilómetros.

La masa nominal del orbitador al aterrizaje era de 82 toneladas, con una carga de 15 toneladas.

El Burán tenía una velocidad de aterrizaje de 312 km/h, y de unos 360 km/h con carga máxima (20 toneladas).

La duración de un vuelo típico del transbordador ruso era de 10 días, pero añadiendo provisiones y combustible se podía extender hasta 30. El Burán empleaba tres paracaídas para el frenado, siendo de este modo el carreteo en pista de 1100 a 2000 metros.

La empresa fabricante NPO Molnia identificó el primer Burán con el número 1.01, es decir, como “la primera nave de la serie” según el código oficial de aviación (o el código de fuselaje).

Sin embargo, la empresa NPO Energuia, responsable de los vuelos del Burán, lo bautizó 1K1, es decir, “primera nave del primer vuelo”, donde “K” corresponde a la palabra rusa “korabl”, nave.

Histórico primer lanzamiento

El primer lanzamiento exitoso se llevó a cabo en el cosmódromo de Baikonur, el polígono más grande del mundo situado en medio de las estepas de Kazajistán, el 15 de noviembre de 1998.

En realidad se trataba del segundo intento del lanzamiento, ya que el primer vuelo, previsto para el 29 de octubre del mismo año, no llegó a realizarse a causa de una tempestad. “¡No tenga prisa! ¡La seguridad debe estar en primer lugar!” declaró el jefe del Comité Estatal, Vitali Duguzhiev, al equipo de especialistas de Baikonur.

Durante el único vuelo orbital no tripulado del Burán el 15 de noviembre de 1988 hubo momentos muy críticos para su responsable, el general teniente de aviación Stepán Mikoyán, y para todos los científicos, ingenieros, proyectistas, técnicos y cosmonautas que participaban en el proyecto.

En el momento del lanzamiento las condiciones atmosféricas en la zona del cosmódromo Baikonur eran adversas: se aproximaba una tormenta desde el mar de Aral, se registraban vientos huracanados, había una cubierta nubosa a muy escasa altura y una temperatura ambiente muy baja que causó que apareciera una capa de hielo sobre el cuerpo del cohete portador de hasta 1,7 milímetros.

A pesar del mal tiempo, el Centro de la Dirección de Vuelos dio la orden de despegue. El lanzamiento fue un éxito y se realizó según lo previsto: ocho segundos antes del despegue los motores del cohete Energuia entraron en funcionamiento, seguidos del encendido de los cuatro cohetes laterales auxiliares.

El 15 de noviembre el piloto de pruebas Magomed Tolbóyev y al camarógrafo Serguéi Zhadovski, que a las 5:50 habían despegado en un MiG-25, tuvieron un trabajo importante: acompañar el Burán y filmar desde el aire el lanzamiento del primer transbordador espacial.

Además del MiG-25 de Tolbóyev, testimoniaron y observaron el proceso del vuelo del Burán 1K1 algunos aviones más: de exploración, meteorológico y el avión laboratorio, entre otros.

Pero Tolbóyev tenía adjudicada una misión muy especial: a 8 kilómetros de altura su avión de caza se situó a 200 metros del Burán. Según recordaría más tarde el piloto, durante un viraje de tornillo la cámara estuvo a punto de romperse en manos de Zhadovski. Sin embargo, Tolbóyev y Zhadovski pudieron contemplar y grabar uno de los momentos más impresionantes del lanzamiento del cohete: cómo el potente y hermoso Burán emergía de la baja capa de nubes que cubría el cosmódromo de Baikonur.

Durante su primer vuelo el Burán realizó dos anillos en órbita alrededor de la Tierra. La lanzadera espacial rusa no llevaba tripulación y con su vuelo de más de tres horas (unos 206 minutos) y su perfecto aterrizaje demostró que podía despegar y volver en régimen automático con total seguridad: todas las funciones del vuelo estaban automatizadas y dirigidas con ayuda de la computadora de a bordo, algo que no estaba al alcance de los transbordadores estadounidenses.

Aunque el Burán ruso y el Space Shuttle norteamericano compartían parcialmente ciertos rasgos y datos tecnológicos, había diferencias significativas entre ellos. Ambos transbordadores tenían una configuración aerodinámica similar pero el Burán fue desarrollado con tecnologías, conceptos de diseño y materiales muy distintos a los de su equivalente estadounidense.

El rasgo más característico del proyecto inicial soviético era que el lanzador Energuia había sido diseñado para ser completamente reutilizable, mientras que el trasbordador estadounidense, si bien posee motores reutilizables en el orbitador y motores auxiliares reutilizables, requiere un depósito de combustible externo que no es recuperable y se quema en la atmósfera.

Sin embargo, los recortes presupuestarios rusos impidieron que se llegara a completar la versión reutilizable del proyecto y nunca llegó a desarrollar esta característica tan apreciada.

Además de poder realizar misiones sin tripulación, el Burán disponía de una capacidad de carga mayor, y de un cohete más potente y más seguro que su análogo de los Estados Unidos.

En el marco del programa Energuia-Burán se construyeron en la URSS tres vehículos espaciales Burán, se comenzó la producción de dos aparatos más, y también se realizaron nueve maquetas tecnológicas de diferente complejidad para pruebas, catorce lanzaderas en total.

Fin del proyecto

Sin embargo, el colapso de la Unión Soviética en 1991 y las dificultades económicas hicieron que tan solo se llevara a cabo un vuelo de prueba de este programa espacial, oficialmente cancelado en 1993. El programa Energuia-Burán fue el proyecto más costoso, elaborado y complejo de la cosmonáutica rusa, pero también el menos conocido.

“Los creadores de este complejo y extraordinario sistema, que con su entusiasmo en el trabajo habían sido capaces de resolver complicados problemas tanto científicos como técnicos, lamentaron profundamente la interrupción del proyecto. Sin embargo, en mi opinión, la decisión ha sido correcta. Los éxitos del trabajo en el sistema Energuia-Burán han sido un gran logro de nuestros científicos e ingenieros, pero su ejecución costaba demasiado y requería largos plazos”, opinó el responsable de los primeros vuelos de Burán, el general teniente de aviación, Stepán Mikoyán, después de la cancelación del programa.

Asimismo, Mikoyán era de la opinión de que tras la desintegración de la URSS el programa no tendría futuro debido a los problemas presupuestarios: el alto precio del cohete Energuia de un solo uso.

Por desgracia, la suerte del primer transbordador espacial ruso fue triste y lamentable: el 12 de mayo de 2002, el Burán 1K1, que había dado dos vueltas alrededor de la Tierra en 1988, y una maqueta del lanzador Energuia resultaron totalmente destruidos debido al derrumbe del techo del edificio en el cosmódromo Baikonur donde se ubicaban.

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