Serguéi Bondarchuk

Serguéi Bondarchuk Vladímir Uvárov

El realizador de cine ruso Serguéi Bondarchuk es famoso en todo el mundo especialmente por su oscarizada adaptación cinematográfica del clásico de Tolstói Guerra y paz. Bondarchuk entró en la historia del cine como maestro de películas épicas basadas en obras clásicas de la literatura rusa.

Juventud y carrera como actor

Bondarchuk nació el 25 de septiembre de 1920 en una aldea ucraniana. Desde su infancia frecuentaba círculos y cursos de artes escénicas. Tras participar en la Segunda Guerra Mundial, estudió en la más famosa universidad cinematográfica de Rusia, la VGIK. En 1948 hizo su primer papel en el cine con la película La joven guardia, un drama heroico sobre un grupo de jóvenes soviéticos que luchan contra las tropas nazis en el año 1942.

En 1951 Bondarchuk interpretó el papel del conocido poeta ucraniano Taras Shevchenko en la cinta homónima. La actuación del joven actor en esa película fue muy apreciada por Iósif Stalin y Bondarchuk recibió el título de Artista del Pueblo y el premio Stalin, la condecoración más prestigiosa de aquellos tiempos. Así, el cineasta de apenas 32 años se convirtió en el actor más joven del cine soviético en recibir el título del Artista del Pueblo, sin pasar por los habituales títulos intermedios que llevan a este honor.

En la década de los años 50 Bondarchuk actuó en muchas películas, las mejores de las cuales eran adaptaciones de las obras clásicas de literatura universal. En 1955 interpretó el papel de Otelo en la adaptación soviética de la obra maestra de William Shakespeare. Durante el rodaje de esta cinta Bondarchuk conoció a la joven y bella actriz rusa Irina Skóbtseva, quien pronto se convertiría en su esposa.

En la cumbre del éxito cinematográfico

El debut de Bondarchuk como realizador de cine tuvo lugar en 1959, cuando dirigió la cinta El destino de un hombre basada en un cuento del escritor clásico Mijaíl Shólojov. La película narra el trágico destino del pueblo soviético durante la Gran Guerra Patria (1941-1945), ejemplificado en el de un soldado que cuenta la historia de su vida durante esos años, con todos los sacrificios y sufrimientos que aparecen en medio de la destrucción y la muerte. La cinta tuvo éxito en muchos países, recibió varios prestigiosos premios y hasta el momento es considerada como uno de los mejores filmes sobre la Gran Guerra Patria.

En los años 60 Bondarchuk comenzó a dirigir su más famosa película, la adaptación de la novela Guerra y paz. Esta epopeya cinematográfica, cuya duración total supera los 400 minutos, se rodó en tres años y sigue siendo uno de los más caros filmes de la historia. La inabarcable novela de Tolstói, con centenares de personajes y complicadas sentencias filosóficas, fue adaptada al lenguaje cinematográfico con maestría y gran profesionalidad, aunque algunas partes de la cinta puedan parecer tediosas para el espectador moderno.

Entre las escenas más famosas del filme destaca la batalla de Borodinó, filmada con la participación de más de 15 000 extras. Especialmente para el rodaje de los episodios bélicos se creó un regimiento de caballería. Además, se utilizaron las tecnologías más avanzadas de rodaje y montaje, revolucionarias para aquella época. Estos episodios mostraron la gran capacidad de Bondarchuk para dirigir grandes equipos. Destacan también las escenas de baile, en las que el realizador usó varias técnicas cinematográficas innovadoras para “sumergir” a los espectadores en la atmósfera de un baile del siglo XIX.

Todo esto, así como el espléndido elenco de actores y la extraordinaria banda sonora, fue valorado por la Academia de Hollywood, que en 1968 galardonó a la película con el Oscar en la categoría de mejor filme de habla no inglesa.

Tras el éxito mundial de Guerra y paz, el famoso productor Dino de Laurentiis propuso a Bondarchuk dirigir la película Waterloo. En esta coproducción soviético-italiana, estrenada en 1970, Bondarchuk una vez más logró realizar una gran epopeya bélica con un retrato psicológico muy fino de Napoleón, interpretado por Rod Steiger.

Más adaptaciones de los clásicos

Entre los años 1970 y 1980 Bondarchuk realizó varias destacadas adaptaciones de la literatura rusa. En 1975 se estrena su segunda cinta sobre la Gran Guerra Patria, de nuevo basada en una obra de Mijaíl Shólojov, Lucharon por la patria. Esta película sobre la retirada de las tropas soviéticas en 1942 también destaca por su enorme presupuesto, escenas bélicas de gran escala y la actuación de las principales estrellas del cine ruso. El filme tuvo gran éxito en los cines soviéticos pero no logró repetir el éxito internacional de El destino de un hombre.

Esta producción confirmó la posición de Bondarchuk de mejor realizador de cintas épicas. Una vez el cineasta estaba soñando con rodar un filme modesto, donde “dos personajes se sientan en una habitación y conversan…” Al oír estas reflexiones, Nikita Mijalkov, otro famoso director ruso, añadió: “¡Y detrás de la ventana pasa una división blindada!”.

En su siguiente cinta, La estepa (1977), Bondarchuk abandona su estilo épico y adapta un lírico relato de otro escritor clásico ruso, Antón Chéjov. Pero a principios de los años 80 el cineasta vuelve a su género preferido y dirige una cinta épica en dos episodios basada en la obra del escritor comunista estadounidense John Reed, Campanas rojas (1982). La acción de la primera parte se desarrolla durante la revolución mexicana, mientras que el segundo filme narra los acontecimientos de la revolución bolchevique. En esa gigante coproducción cinematográfica internacional actuaron estrellas del cine mundial como Franco Nero y Ursula Andress.

En 1986 Bondarchuk dirige otro drama histórico de gran escala, la adaptación de la conocida pieza de Alexandr Pushkin Borís Godunov. La acción del filme se desarrolla en el periodo denominado Tiempos Turbios (1598-1613), una de las más complicadas y dramáticas páginas de la historia rusa, cuando el boyardo Borís Godunov se convirtió en zar ruso tras el trágico fin de la dinastía Rúrika, la primera dinastía rusa. Esta cinta fue la última obra de Bondarchuk rodada en la Unión Soviética.

Caída en desgracia y la película inacabada

Tras la descomposición de la Unión Soviética en 1991 el cine ruso entró en una profunda y larga crisis. Muchos cineastas que tuvieron gran éxito en los tiempos de la URSS fueron duramente criticados por sus colegas como favoritos de las autoridades soviéticas. Bondarchuk también cayó en desgracia y tuvo que enfrentarse a una oleada de críticas y traiciones de otros cineastas rusos.

Además, el último proyecto cinematográfico de Bondarchuk tuvo un triste destino. La adaptación de la famosa novela de Shólojov El Don apacible sobre la vida de los cosacos del Don durante la revolución bolchevique y la guerra civil rusa fue propuesta por el director en los años 60, pero hasta 1990 Bondarchuk no pudo comenzar el rodaje, gracias a un contrato con productores italianos.

La producción de la película terminó con un escándalo cuando la parte italiana anunció que el presupuesto de la cinta se había acabado y que era imposible finalizar el montaje. Como resultado, el filme solo se pudo concluir en 2006 gracias al hijo de Bondarchuk, Fiódor, también cineasta. A causa de todas estas dificultades y fracasos, la salud de Bondarchuk empeoró gravemente. El cineasta falleció en octubre de 1994 en Moscú, por infarto de miocardio.

Bondarchuk no era solo un actor y realizador de talento, sino también uno de los mejores profesores de la universidad VGIK. Fue asimismo el fundador de una dinastía artística: su tercera esposa y dos de sus hijos también son conocidos cineastas e hicieron papeles en varias de sus películas. Hasta ahora Serguéi Bondarchuk es considerado uno de los mejores realizadores rusos del cine épico.

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