La ciudad norteña de Pskov merece una atención especial. No es una ciudad de tránsito, no es suficiente con echar un vistazo a los monumentos más descatados y seguir viajando, tras la ciudad se encuentra Europa occidental. Pskov es sobremanera rico en pintorescas iglesias de minúsculas dimensiones que datan principalmente de los siglos XV y XVI y se considera una de las primeras ciudades ortodoxas de Rusia.
Las matrioshkas son las tradicionales muñecas rusas de madera con múltiples figuras en su interior. Fueron inspiradas por un ejemplar de la muñeca japonesa Fukuruma traído a finales del siglo XIX a un taller de juguetes infantiles de Moscú. Serguéi Malyutin, tornero de madera inspirado por la belleza del juguete hizo unas figuras parecidas y otro pintor artesano, Vasili Zviózdochkin, las decoró como una niña vestida con la ropa tradicional del pueblo.
Rusia es el mayor país del mundo, ocupa más de una novena parte de la Tierra y se extiende a través de la mayor parte del norte de Eurasia, por lo que alberga una gran variedad de paisajes y climas. Sus espacios naturales son inmensamente variados: desde pequeños y tranquilos lagos en el oeste de la parte occidental, hasta el lago más profundo del globo, el Baikal; desde la antigua taiga siberiana, hasta las delicadas flores de los prados alpinos del Cáucaso; desde los silenciosos montes Urales, hasta los inquietos volcanes de Kamchatka.
Cuando en el otoño de 1957 el mundo siguó el vuelo del diminuto Sputnik, el primer satélite artificial de la Tierra, difícilmente alguien podrían imaginar que tan sólo 14 años después en la órbita del planeta aparecería una "casa espacial", donde al mismo tiempo varios cosmonautas pudieran alojarse y trabajar.