Historia de Moscú
La edad exacta de la actual capital rusa se desconoce. Como punto de partida se toma la fecha del 4 de abril de 1147, mencionada en una crónica de 1420 como el día del encuentro del príncipe de Súzdal, Yuri Dolgoruki, con sus aliados en una localidad o, más bien, una fortaleza, llamada “Moskov”. Sin embargo, los arqueólogos sostienen que las excavaciones en el territorio de la ciudad prueban que ya en el siglo XI había actividad urbana en la zona.
A principios del siglo XIII Moscú se convirtió en la capital del principado de Moscú y adquirió más importancia: así lo demuestran las crónicas de aquella época que hablan de iglesias y monasterios en la zona. Sin embargo, la conquista mongola de Rusia, que hizo del país una “colonia” de este imperio centroasiático hasta el siglo XV, devastó la ciudad y la incendió.
Por otro lado, su futuro estatus de capital del Imperio ruso empezó a forjarse precisamente durante este período. El príncipe de Moscú fue el primero que recibió una autorización oficial de los conquistadores para gobernar todo el país, dividido en aquel entonces en varias provincias. También se le concedió el derecho de recaudar tributos de todo el territorio ruso para entregarlos después a los mongoles.
Moscú empezó a enriquecerse y se inició la construcción en piedra. El metropolita ruso trasladó su residencia a la ciudad y la urbe se convirtió en uno de los centros del cristianismo ortodoxo.
Después de la conquista de Constantinopla por el Imperio otomano en 1453, que supuso que la ciudad perdiera su “título” de capital religiosa del mundo ortodoxo, Moscú se convirtió en el centro del cristianismo ortodoxo más importante a nivel mundial. En el siglo XV finalizó el proceso de unificación de los territorios divididos del país alrededor de Moscú.
Moscú fue la capital de la Rusia unida hasta el año 1712, cuando Pedro el Grande trasladó el centro político del Estado al recién construido San Petersburgo. Sin embargo, Moscú siguió siendo el lugar de coronación de los emperadores.
La ciudad volvió a adquirir su estatus de capital tras la Revolución bolchevique de 1917. El nuevo Gobierno comunista se trasladó a Moscú desde San Petersburgo en 1918 y la urbe recibió el título de capital soviética en 1922, después de la fundación de la URSS. Entonces comenzó la etapa de desarrollo arquitectónico soviético de la ciudad. Se inició la construcción a gran escala. Al mismo tiempo, el centro histórico de la capital sufrió pérdidas bastante graves, algunas de ellas, por razones ideológicas, como la catedral de Cristo Salvador, inaugurada en 1883 y demolida en 1931 por orden de las autoridades soviéticas, que buscaban introducir el ateísmo en el país. En 1924 aparecieron en la ciudad los primeros autobuses; en 1933, los trolebuses; y en 1935 la primera línea del legendario metro de Moscú.
Los primeros datos estadísticos sobre la población de Moscú datan de mediados del siglo XVII. Según el censo local de 1638, en aquel entonces la ciudad contaba con unos 200 000 residentes. Las encuestas por barrios realizadas y analizadas en 1725 mostraron que la población se había reducido a unas 150 000 personas. Las migraciones de mediados del siglo XIX aumentaron el número de moscovitas hasta casi 350 000 en 1840. En 1868, Moscú contaba con 416 400 habitantes.
Mientras tanto, la última inspección local “de un día” que tuvo lugar en 1882 reveló que en esos 14 años la población de la capital presuntamente había aumentado casi el doble y había llegado hasta 753 469 personas. En los siguientes 15 años llegaron a la capital los tranvías y la población aumentó en 285 000 personas, con lo que el número de residentes alcanzó 1 038 600, según precisa el primer y último censo general a escala nacional del Imperio ruso en 1897.
En 1926 el primer censo nacional soviético registró que en Moscú residían ya el doble de habitantes: 2 025 947 personas.
Según el primer censo soviético realizado después de la Segunda Guerra Mundial (concretamente en 1959), la capital contaba ya con 6 134 000 habitantes. En la época del último censo de la extinta URSS, en 1989 Moscú tenía 8 972 300 ciudadanos. El último padrón de la Federación de Rusia llevado a cabo en 2010 reveló que la ciudad —cuyo territorio aumentó en unos 1100 kilómetros cuadrados— cuenta con unos 11 700 000 habitantes.