Supersticiones rusas

Supersticiones rusas Corbis

Desde la antigüedad en la cultura rusa se mantienen muchas creencias y supersticiones populares sin las cuales no se puede concebir la cultura y la vida cotidiana de los rusos. La fe en estas supersticiones, como suele ocurrir, tiene su inicio en la época en la que la humanidad todavía no poseía casi ningún bagaje de conocimientos científicos y necesitaba dar explicación a diferentes fenómenos de la naturaleza y acontecimientos de la vida cotidiana.

Aunque desde esos tiempos han pasado varios siglos, muchas de las creencias y supersticiones tradicionales penetraron en la conciencia de la gente tan profundamente que incluso ahora, con todos los adelantos de la ciencia y la tecnología, continúan influyendo en la vida de los rusos. Les presentamos las más extendidas:

Viajes y caminos

Muchas supersticiones del pueblo ruso están relacionadas con el camino. Es costumbre sentarse en silencio solo o con la familia o amigos por algunos minutos antes de partir a un largo viaje para que el camino sea exitoso. Se considera que un minuto de silencio ayuda a los viajeros a concentrarse y prepararse mentalmente para el camino. Volver a casa inmediatamente después de haber partido de viaje es un mal agüero que pronostica un camino tortuoso. Si el viajero necesita volver a casa, pera evitar la mala suerte debe mirarse al espejo antes de salir por segunda vez.

Si el día de la partida es lluvioso, es un signo que presagia un buen viaje ya que, según las antiguas creencias, la lluvia lava tristezas y males. Encontrar en el camino a una mujer con baldes llenos de agua es un buen signo, mientras que una mujer con baldes vacíos es un mal augurio para el viajero. Cruzarse con un monje solitario también es de mal agüero.

Dinero y abundancia

Una gran cantidad de supersticiones se refieren al dinero e indican la abundancia o escasez de recursos en el futuro. Así, dejar botellas vacías sobre la mesa es un signo que presagia falta de dinero, como quitar las migajas de la mesa con la mano. Silbar dentro de casa es también una actividad que presagia escasez de recursos económicos o problemas financieros.

Si una persona regala una cartera a alguien, esta debe contener una moneda o un billete, lo que significa que siempre estará llena de dinero. Además, es mejor no prestar dinero tras el ocaso, ya que la deuda no será devuelta. En la antigüedad se creía que la puesta del sol simbolizaba el comienzo del “reinado de la oscuridad”, cuando las fuerzas oscuras intentan enemistar a las personas.       

Utensilios y objetos de la vida cotidiana

Muchos objetos que se utilizan en la vida cotidiana también figuran entre las supersticiones del pueblo ruso. Por ejemplo, si se rompe una pieza de vajilla, es una buena señal. Siguiendo esta tradición, los recién casados tradicionalmente rompen platos y copas durante las fiestas de boda para que su vida en matrimonio sea feliz.

Los directores de cine también rompen un plato antes de rodar un filme para que el rodaje transcurra exitosamente; y los marineros rompen una botella de champagne antes de botar un barco para que su navegación sea segura. Estas supersticiones no solo son populares en Rusia, sino también en otros países. Al mismo tiempo, guardar la vajilla rota en casa es considerado un “imán” para la mala suerte.

Los cubiertos también son elementos caseros sujetos a superstición. Si un tenedor cae al suelo, significa que pronto llegará a casa alguna mujer; si cae un cuchillo, vendrá un varón; y si lo que cae es una cuchara, entonces vendrá un huésped. Si no queremos que esto suceda debemos golpear el suelo con el cubierto y decir “quédate en casa”.

Una prenda de vestir puesta al revés presagia que la persona será agredida. Para evitarlo, tiene que pedir a sus parientes que le golpeen en la espalda. Regalar objetos puntiagudos (como navajas o alfileres) es considerado un presagio de riña. En ese caso, la persona que recibe tal regalo tiene que “rescatarlo”, pagando simbólicamente una moneda a la persona que se lo entrega. Otro presagio de conflictos es cuando se derrama la sal durante una comida. En este caso hay que golpearse a sí mismo en la frente o reírse para apartar los malos augurios.

Es signo de buena suerte encontrar una herradura vieja y colgarla encima de la entrada de la casa para que prevenga desgracias. Entre los peores augurios destaca el espejo roto. Esto presagia la cercanía de la muerte de algún pariente o amigo.

Los animales

Existen también muchas tradicionales supersticiones rusas relacionadas con los animales. El signo de mala suerte más conocido es cuando un gato negro se cruza en el camino. Pero esto es así solo si el gato se cruza en el camino de un hombre, corriendo desde la derecha a la izquierda. En caso contrario es señal de buena suerte. Con las mujeres esta superstición funciona al revés.

Otro mal presagio es un pájaro que entra volando en la casa. Según las antiguas creencias, en los pájaros viven las almas de los difuntos y por ello un pájaro que se mete en una casa causa la muerte de uno de sus habitantes. Es deseable dejar salir al pájaro lo más rápido posible y tratar de no pasar la siguiente noche en esa casa. Una mariposa que entra en casa también presagia males para el hogar.

Las partes del cuerpo y los números

Otro grupo de supersticiones populares está vinculado al cuerpo humano. Así, si una persona tiene hipo, esto significa que alguien se esta acordando de ella. Sentir un zumbido en el oído derecho es augurio de buenas noticias, y en el izquierdo, de malas noticias. Si a alguien le pica el ojo derecho, esto indica alegría y felicidad, mientras que cuando pica el izquierdo, es indicio de lágrimas en el futuro.

Es muy normal ver a un ruso hacer el gesto de escupir tres veces. Esto se hace para conjurar la mala suerte, especialmente cuando se están tratando planes o expresando deseos.

Varios ritos y supersticiones relacionados con los números también se conservan en la vida de los rusos. Por ejemplo, el número 13, que desde hace mucho tiempo se considera un número que trae mala suerte en muchas culturas. La cifra 666, conocida como el “número del diablo” también continúa espantando a muchas personas que, por ejemplo, rechazan poner tal número de registro en su coche.

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