Dmitri Medvédev

Dmitri Medvédev RIA / Dmitri Astájov

Dmitri Medvédev fue el tercer presidente de la Federación de Rusia desde mayo de 2008 hasta mayo de 2012, siendo entonces sustituido por Vladímir Putin. Desde el ocho de mayo de 2012 ocupa el cargo de primer ministro de la Federación de Rusia. Es miembro del Presídium del Consejo de Coordinación de la Unión Rusa de Abogados, Candidato de Ciencias Jurídicas y doctor honoris causa en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de San Petersburgo. Al asumir el poder se convirtió en el jefe de Estado más joven de la historia de Rusia en 115 años.

Juventud y primeros pasos en la política

Medvédev llega a la capital

Putin cede el paso

Presidencia

El conflicto en Osetia del Sur en agosto de 2008

El reto de la crisis financiera

El primer mensaje a la Asamblea Federal

La reforma militar y la nueva doctrina

Nuevo START

Vida personal

Juventud y primeros pasos en la política

Dmitri Medvédev nació el catorce de septiembre de 1965 en Leningrado (actualmente San Petersburgo) en el seno de una familia de profesores universitarios. Es hijo único.

Su asignatura preferida en el colegio era química e incluso soñaba con llegar a ser un destacado especialista en la materia como lo fue en otra época su célebre tocayo Dmitri Mendeléyev. Pero su destino ha sido diferente.

Al terminar el colegio, ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Leningrado (actual Universidad Estatal de San Petersburgo), la misma donde habían estudiado Vladímir Lenin y Vladímir Putin. Se licenció en 1987 pero no se despidió de su alma máter ya que durante los siguientes nueve años se dedicó a la vida académica impartiendo clases a las nuevas generaciones de alumnos.

En 1990 obtuvo el título de Candidato de Ciencias Jurídicas con su tesis Problemas de la aplicación de la capacidad civil de la empresa estatal. En 1991 fue coautor del primer libro de enseñanza de Derecho Civil de la era poscomunista.

Combinó su experiencia como profesor con diferentes cargos políticos a nivel local. Desde mediados de la década de los noventa fue consejero del Comité de Relaciones Exteriores de la alcaldía de San Petersburgo. Al unirse al equipo del reelegido alcalde de la ciudad de San Petersburgo, Anatoli Sobchak conoció a Vladímir Putin. En los años 1991-1996 fue experto legal del Comité de Relaciones Exteriores de San Petersburgo, encabezado por Putin. En marzo de 1994 se convirtió en consejero de este último, que a su vez ocupó el puesto de primer vicealcalde de la ciudad.

Medvédev se casó en 1989 con Svetlana Linnik, su compañera de clase. La esposa del presidente es licenciada por la Universidad Estatal de Economía y Finanzas de San Petersburgo y en la actualidad se dedica a la organización de eventos con fines benéficos. El matrimonio tiene un hijo, Iliá, nacido el tres de agosto de 1995.

Medvédev llega a la capital

A mediados de la década de 1990 Medvédev se reincorporó a la vida académica mientras que Putin continuó su senda particular hacia el Kremlin para trabajar con el entonces presidente Borís Yeltsin. Cuatro años después fue el propio Medvédev quien llegó a Moscú y en 2000 se encontró al mando de la campaña presidencial de Vladímir Putin.

En 2000 ocupó el cargo de presidente del Consejo Directivo de Gazprom, empresa líder mundial en la extracción de gas natural y la mayor compañía de Rusia. En 2003 fue nombrado jefe del gabinete del presidente Putin y en 2005 fue designado primer viceprimer ministro, cargos que compaginó con su trabajo en Gazprom. En 2008, poco antes de los comicios presidenciales, tuvo que abandonar su puesto en la compañía gasística para dedicarse plenamente a la política. 

Putin cede el paso  

El segundo mandato presidencial de Putin expiró en 2008 y no se presentó para la reelección ya que, según la Constitución de 1993, el puesto de jefe de Estado sólo se puede ocupar en dos ocasiones seguidas, cada una de cuatro años. El diez de diciembre de 2007 el todavía presidente declaró: “en lo que concierne a la candidatura de Dmitri Medvédev, puedo decir que lo conozco personalmente desde hace más de diecisiete años y apoyo su candidatura sin ninguna reserva”.

Medvédev no sólo ganó los comicios de marzo de 2008, sino que además alcanzó un récord en la historia de las elecciones presidenciales rusas al obtener el 70,28 % de los sufragios.

Presidencia

La clave de la campaña presidencial de Medvédev fue su eslogan electoral “la libertad es mejor que la ausencia de libertad”, que reflejaba los planes de crear una sociedad libre y más abierta al mundo.

En su discurso de investidura, celebrada el siete de mayo de 2008, el nuevo presidente declaró que “el continuo desarrollo de las libertades civiles y económicas y la creación de nuevas oportunidades” eran sus prioridades al mando del país. Agregó que los principales objetivos de su presidencia serían las innovaciones tecnológicas y la modernización.

El veinticuatro de septiembre del 2011 Medvédev puso fin a las especulaciones sobre su futuro “presidencial” y encabezó la lista de candidatos del partido oficialista Rusia Unida en las elecciones al legislativo. En el Congreso de Rusia Unida propuso que el candidato de su partido en las futuras elecciones presidenciales fuera nuevamente Vladímir Putin, entonces primer ministro. El siete de mayo de 2012 Putin, ganador de las elecciones presidenciales de ese año, propuso oficialmente a Medvédev para la presidencia del Gobierno. El ocho de mayo la Duma del Estado, Cámara Baja del Parlamento ruso, aprobó su candidatura.

El conflicto en Osetia del Sur en agosto de 2008

El primer año de Medvédev en el cargo presidencial estuvo marcado por varios eventos significativos. Uno de los principales retos que afrontó fue el conflicto en Osetia del Sur de 2008.

En la madrugada del ocho de agosto de 2008, por orden del presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, el Ejército georgiano atacó Osetia del Sur. La artillería empezó a bombardear la capital de la república dejando casas, carreteras, hospitales y escuelas destruidos. La tragedia de este sufrido pueblo se cobró más de mil vidas en la ciudad de Tsjinval y en aldeas vecinas, en su mayoría de civiles: ancianos, mujeres y niños.

El ocho de agosto de 2008 Medvédev anunció: “Esta noche las tropas georgianas en Osetia del Sur han cometido un acto de agresión contra los pacificadores rusos y ciudadanos inocentes”. La invasión georgiana fue calificada por el mandatario de “genocidio”. Para proteger del ataque a su contingente de paz emplazado en la zona y a los habitantes locales, Rusia inició una contraoperación en Osetia del Sur. Los militares georgianos se vieron obligados a retroceder tras cinco días.

Las acciones del Ejército ruso fueron una respuesta a la ofensiva georgiana. “No es una elección fácil pero es la única posibilidad de salvar vidas humanas”, afirmó Medvédev en aquel momento. Más tarde recordó: “Nunca voy a olvidar esa noche. Fue muy difícil dar la orden de iniciar hostilidades sabiendo las consecuencias. Lo hemos hecho todo correctamente. No sólo no me avergüenzo de las acciones de las tropas rusas, sino que me siento orgulloso de ellas porque han sido efectivas, simétricas y proporcionales”.

Unos días después del inicio de la operación fue firmado un plan de pacificación de la zona del conflicto, elaborado por el presidente ruso y el mandatario francés, Nicolas Sarkozy.

El veintiséis de agosto de 2008 Medvédev aprobó un decreto que reconocía la independencia de las repúblicas de Abjasia y Osetia del Sur como estados soberanos.

En agosto de 2008 el presidente formuló los cinco principios de la política exterior rusa, que son:

  • La prevalencia de los principios fundamentales del Derecho internacional.
  • La multipolaridad del mundo.
  • La no confrontación con otros países.
  • La protección de los ciudadanos rusos en cualquier territorio.
  • La continuación del desarrollo de los vínculos con las regiones amigas.

El reto de la crisis financiera

La crisis financiera que empezó a estremecer el mundo en 2008 también fue una dura prueba para Dmitri Medvédev.

En junio de 2008 en el discurso inaugural del XII Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el presidente acusó abiertamente a los Estados Unidos de haber dado un empuje a la crisis financiera mundial con su “política agresiva”. “El papel que tuvo EE. UU. en el sistema financiero mundial no estuvo acorde con sus posibilidades reales y ha sido uno de los motivos centrales de la recesión”, declaró.

Condenó el “egoísmo económico” occidental que sometió al mundo a la crisis financiera. “Hoy día se hacen cada vez más evidentes los resultados de la confrontación de la globalización con los esfuerzos de algunos países por proteger su soberanía económica y por recibir el máximo beneficio para sus ciudadanos sin compartir los bienes con los vecinos. Se trata, efectivamente, de un creciente egoísmo económico”, declaró.

Señaló a Rusia como un agente global que “quiere participar en la elaboración de las nuevas reglas del juego, no por sus presuntas ambiciones de imperio, sino porque cuenta con todas las herramientas y recursos para ello”.

Cinco meses después, en su primer mensaje presidencial a la Asamblea Federal Medvédev aseguró que “Rusia superará todas las dificultades y logrará formar un sistema financiero capaz de afrontar cualquier desafío”.

El treinta de diciembre de 2009 desde el Gobierno se anunció que la fase activa de la crisis financiera en Rusia estaba superada. En marzo de 2010 un informe del Banco Mundial especificó que las pérdidas para la economía rusa resultaron mucho menores de lo que se esperaba a principios de la crisis y que en parte se debía a las medidas anticrisis que habían tomado las autoridades rusas.

El primer mensaje a la Asamblea Federal

El primer discurso de Medvédev al Parlamento, que duró noventa minutos, fue pronunciado el día cinco de noviembre de 2008. En este trascendental mensaje propuso, entre otras iniciativas, reformar la Constitución rusa para aumentar el término presidencial y parlamentario de cuatro a seis, y de cuatro a cinco años respectivamente.

En el mensaje, Medvédev también anunció el despliegue de misiles Iskander y la instalación de sistemas de interferencias para radares en la región de Kaliningrado, el enclave occidental de Rusia. El anuncio se hizo en respuesta a las intenciones de EE. UU. de implementar su proyecto de Escudo Antimisiles en Europa del Este. El programa, elaborado por la administración del entonces presidente estadounidense George Bush, tenía previsto emplazar diez lanzaderas de misiles de largo alcance en Polonia y un radar en la República Checa para prevenir posibles ataques desde países como Irán y Corea del Norte. Esta iniciativa no gustó en Rusia ya que el país la consideró una amenaza a su seguridad y un factor desestabilizador en Europa, por lo que prometió responder con el despliegue de misiles en Kaliningrado para preservar el balance de la seguridad europea. 

Sin embargo, en septiembre de 2009 el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, anunció su decisión de renunciar al plan de George W. Bush del Escudo Antimisiles en Polonia y la República Checa. La Casa Blanca argumentó que “el programa de Irán para la fabricación de misiles de largo alcance avanza a un ritmo más lento de lo que se calculaba y en esta situación la construcción de un escudo en Europa no es urgente”.

Unos días más tarde siguió la respuesta por parte de Moscú de que igualmente renunciaba a sus planes militares en la región de Kaliningrado.

Rusia y la OTAN

En noviembre de 2010 se celebró en Lisboa el foro de Rusia y la OTAN, en el que las partes concretaron la cooperación en la creación de un sistema de defensa antimisiles conjunto.

Medvédev propuso a la Alianza utilizar el sistema de defensa antiaérea ruso para proteger a los países europeos. El esquema elaborado en el Ministerio de Defensa ruso prevé la creación de áreas de responsabilidad. Rusia protegerá a los Estados miembros de la Alianza de un posible ataque con misiles desde Oriente, mientras que la OTAN se ocupará de posibles amenazas para el territorio ruso desde el Occidente.

La reforma militar y la nueva doctrina

En septiembre de 2008 Medvédev anunció que el conflicto en Osetia del Sur había hecho evidente la necesidad de una reforma militar de Rusia y de su Ejército. El objetivo clave era hacer que las Fuerzas Militares del país fueran más eficientes y tuvieran mayor capacidad de despliegue operativo. Hasta el año 2020 se prevé la adjudicación de alrededor de 715.000 millones de dólares para el reequipamiento bélico del Ejército.

En 2010 el presidente adoptó la nueva doctrina militar en la que se concreta la postura de Rusia con respecto al uso de armas nucleares: “Rusia siempre buscará evitar cualquier conflicto armado, sea nuclear o convencional. Sin embargo, el país se guarda el derecho de recurrir a las armas nucleares en casos de agresiones contra Rusia, cuando se vea amenazada la existencia del Estado”.

Nuevo START

Bajo la presidencia de Dmitri Medvédev se firmó un documento histórico: el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas que sustituyó al tratado START I, expirado en diciembre de 2009. Rusia y Estados Unidos tardaron casi un año en elaborar el texto del nuevo START.

El ocho de abril de 2010 Dmitri Medvédev y Barack Obama firmaron el nuevo documento START que prevé una importante reducción de armas estratégicas en ambos países. Según el tratado, cada parte deberá reducir la cantidad de sus ojivas nucleares en un tercio durante los próximos siete años, hasta llegar a las 1550 unidades. El número de vehículos de transporte de armas atómicas para cada país, al mismo tiempo, no debe superar los 800. Está previsto que estos compromisos se alcancen en un periodo de diez años a partir de la fecha en la que el nuevo tratado entre en vigor y probablemente sea efectivo hasta el ocho de abril de 2020, cuando un nuevo tratado lo releve.

Vida personal

Desde niño Medvédev es un gran aficionado a los deportes, en particular al levantamiento de pesas. El gobernante siempre intenta encontrar un rato para practicar natación. También le gusta correr, practicar yoga y jugar al ajedrez. Es un gran seguidor del Zenit, equipo de fútbol de San Petersburgo, su ciudad natal.

Le encanta escuchar música, sobre todo es fan de los clásicos del heavy metal y hard rock ingleses como Deep Purple, Black Sabbath, Pink Floyd y Led Zeppelin (aunque no estaban permitidos en su juventud en la época soviética, pudo hacer una extensa colección de sus discografías).

Otra de las grandes pasiones del presidente es leer. En una entrevista que el presidente concedió a los jefes de las tres cadenas de televisión rusas más destacadas Medvédev comentó: “Me levanto según un horario, me acuesto bastante tarde, a las dos o más tarde. A veces tengo que firmar documentos justo antes de dormir así que no me queda tiempo para los libros. Creo que todos los rusos amamos los libros y la lectura siempre ha sido una costumbre nacional. Tengo varios en mi mesa. Siempre trato de leer varios libros a la vez porque así es más interesante”. Entre sus autores preferidos figuran el historiador Vasili Kluchevski o el clásico Erich Maria Remarque. Recientemente Medvédev ha empezado a leer libros a través de Internet, lo que él considera muy práctico.

Medvédev es aficionado de la fotografía. “Me dediqué a la fotografía hace mucho tiempo. Por primera vez me interesé hace unos treinta y cinco años. Tenía una bonita cámara que se llamaba Smena-8M. Los que hacían fotos en aquella época saben que era la cámara soviética más sencilla, más barata, con la peor óptica, o mejor dicho, la óptica más ordinaria”, escribe el presidente en su blog. “Luego no fotografié durante un largo rato, volví a hacer fotos a una edad más madura, después de cumplir los treinta años. Y lo empecé a hacer por diversión”, cuenta.

Además, Medvédev tiene la costumbre de comunicarse con sus compatriotas a través de su blog personal y de un vídeo blog. También tiene un espacio dedicado especialmente a la comunicación con los más jóvenes.

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