Gimnasia rítmica
La gimnasia rítmica tal vez sea el más bello y elegante de todos los deportes. Su esencia es la ejecución de diferentes elementos de baile y de gimnasia con acompañamiento musical, con o sin un tema determinado. Los aparatos de gimnasia que se utilizan son la cuerda, el aro, las mazas y la cinta.
Inicialmente este deporte era exclusivamente femenino pero a partir de finales del siglo XX, gracias a los esfuerzos de los gimnastas japoneses, se empezaron a celebrar también competiciones masculinas.
La gimnasia rítmica es una armoniosa mezcla de deporte y arte que consigue una fina coordinación y expresividad de movimientos y contribuye a la educación estética de los deportistas. Está directamente vinculada con actividades artísticas como la danza y la música. El acompañamiento musical desarrolla el oído, el sentido del ritmo y la coordinación de movimientos al ritmo de la música. Los elementos de baile amplían los conocimientos en general de los practicantes, los familiarizan con el arte popular, desarrollan la coordinación de movimientos, el ritmo, la expresión de las emociones, el control sobre el cuerpo y la liberación de complejos. Además, la gimnasia templa la voluntad y fomenta las cualidades morales. Precisamente estos componentes, así como la variedad de modalidades que existen, la accesibilidad de la gimnasia y la espectacularidad de las competiciones hace que siempre haya nuevos talentos interesados.
La gimnasia rítmica es un deporte muy “ruso”. La mayoría de los ganadores de todas las competiciones a nivel internacional han sido ciudadanas rusas. Y no es de sorprender, dado que precisamente Rusia es el país de procedencia de este deporte tan bello.
El término “gimnasia rítmica” apareció en 1934 en la Escuela Superior del Movimiento Artístico del Instituto de Educación Física P. F. Lesgaft de Leningrado. Los primeros profesores fueron Yelena Gorlova, Roza Varshávskaya, Anastasía Nevínskaya, Zinaída Verbova y Alexandra Semiónova-Naypak. Precisamente ellas contribuyeron a la unificación de diferentes corrientes de la gimnasia en un deporte, la gimnasia rítmica, y brindaron sus conocimientos para hacerla bella, elegante y atractiva.
En 1945 se creó la Unión de Gimnasia Rítmica, que se transformó en 1963 en la Federación de este deporte. El primer campeonato de la URSS se llevó a cabo en 1948 en Leningrado, y el título honorífico de la primera campeona de la Unión Soviética lo recibió la moscovita Liudmila Zótova. Desde aquel momento los campeonatos de Rusia empezaron a ser anuales, y la gimnasia rítmica empezó a evolucionar rápidamente, atrayendo cada vez a más deportistas jóvenes. Las gimnastas rusas comenzaron a salir al extranjero con actuaciones de exhibición, como las que organizaron en Bélgica, Francia, Checoslovaquia y otros países.
En 1963, en Budapest, se celebró el primer Campeonato Mundial de Gimnasia Rítmica, que ganó la moscovita Liudmila Sávinkova. Las competiciones en aquel entonces se llevaban a cabo según el programa de ejercicios libres. Pero al cabo de cuatro años surgió una nueva dirección en la gimnasia rítmica de ejercicios en conjunto. En el mismo año, 1967, se organizó el primer campeonato del mundo de competiciones por equipos, donde una vez más la selección soviética no tuvo rival. En 1978 se celebró el primer campeonato de Europa, y a partir de 1992 los campeonatos europeos y mundiales se comenzaron a celebrar anualmente.
El programa moderno de las competiciones internacionales incluye la prueba múltiple (un ejercicio obligatorio y tres ejercicios libres) y un ejercicio libre en conjunto. Los ganadores se definen en la prueba múltiple, en los ejercicios individuales y en conjunto.
En 1980, inmediatamente después de los Juegos Olímpicos de Moscú, la gimnasia rítmica entró como deporte en el programa olímpico. Y cuatro años más tarde el mundo conoció el nombre de la primera ganadora del oro olímpico. Se lo llevó la canadiense Lori Fung.
Las deportistas rusas ganaron en los últimos tres Juegos Olímpicos. En 2000, en Sídney el título de campeona se lo llevó Yulia Barsukova; cuatro años más tarde, en Atenas, la brillante Alina Kabáyeva; en 2008 fue la joven Yevguenia Kanáyeva la que celebró la victoria. Es curioso que estas tres deportistas sean discípulas de la misma entrenadora de la selección rusa, Irina Víner. Cabe señalar que durante la última década la gimnasia rítmica se desarrolla bajo la influencia del talento único y la brillante personalidad de esta entrenadora, que ya ha formado a varias generaciones de estrellas de la gimnasia rítmica.
Los nombres de Alina Kabáyeva, Yevguenia Kanáyeva, Amina Zarípova y Yanina Batýrshina, conocidos internacionalmente, representan ídolos para gran cantidad de chicas que dan sus primeros pasos en la gimnasia y sueñan con grandes éxitos deportivos.
La URSS, y a continuación Rusia, siempre ocuparon las posiciones de liderazgo en gimnasia rítmica. Lo testimonian de manera perfecta los logros de las gimnastas rusas en los Campeonatos de Europa, los Campeonatos del Mundo y los Juegos Olímpicos. Las deportistas rusas ya se han convertido nueve veces en campeonas de Europa; asimismo, han ganado siete veces los Campeonatos Mundiales. Solo una, Alina Kabáyeva, ha ganado cinco veces la medalla de oro del Viejo Continente. Actualmente es indiscutible que el liderazgo en este deporte prácticamente pertenece a las deportistas rusas.
En septiembre de 2010, Rusia por primera vez se convirtió en sede del Campeonato del Mundo de gimnasia rítmica. La medalla de oro en la clasificación general de nuevo la ganó la selección rusa compuesta por Yevguenia Kanáyeva, Daria Kondakova, Daria Dmítrieva y Yana Lukónina. El campeonato en Moscú concluyó con las actuaciones de exhibición de las estrellas de gimnasia rítmica Yulia Barsukova, Irina Cháschina, Vera Sésina y Olga Kapránova.