Veliki Nóvgorod

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Veliki Nóvgorod (en ruso “gran ciudad nueva”) situada al sureste de San Petersburgo, conserva su nombre desde los tiempos de la Rusia antigua. Entre los siglos IX y XII la ciudad fue la primera capital del Estado ruso. No en vano, los rusos dicen que “Nóvgorod es el padre, Kiev es la madre y Moscú, el corazón de los pueblos de Rusia”. En las crónicas, la ciudad de Nóvgorod se menciona mucho antes que ciudades como Kiev, Moscú, Kazán y muchas otras. La historia de sus templos, de sus monasterios y fortalezas, de su gente, tiene páginas tanto hermosas como trágicas. En sus plazas, los opríchniki (guardias reales del zar Iván el Terrible) realizaron crueles ejecuciones, y muchos siglos más tarde, los fascistas arrancaron las cruces de las iglesias. Es aquí, en el año 1478, cuando fue declarada la creación del Estado de Rusia. El hecho tuvo lugar en la Cámara Facetada del kremlin de Nóvgorod que se considera el edificio más antiguo de Rusia.  

Historia de Veliki Nóvgorod

Durante siglos, Veliki Nóvgorod fue un seguro bastión entre las fronteras norteñas y del oeste de país y servía de enlace entre la Europa medieval y la Rus, representaba una especie de “puerta” a Europa, el centro de la integración internacional y del comercio.

Al emerger como centro político de pueblos eslavos y fino-ugrios a mediados del siglo X, la historia de Nóvgorod quedó ligada a todos los acontecimientos importantes de la vida del Estado ruso. En la época en la que este Estado se iba formando, los habitantes de Nóvgorod invitaron al príncipe Riúrik a poner orden y establecer la ley. Con este príncipe comenzó la dinastía de los zares rusos que gobernaron en Rusia más de setecientos cincuenta años. A principios del siglo X, la incursión militar de los príncipes de Nóvgorod contra Constantinopla para proteger las relaciones comerciales de igualdad con Bizancio acabó con la integración de las tribus eslavas del este a la Rus de Kiev.

A través de la ciudad pasaba la famosa ruta comercial entre los varegos (pueblos escandinavos) y los griegos (una ruta medieval que unía Escandinavia, la Rus de Kiev y el Imperio bizantino). La ruta permitió a los comerciantes varegos establecer a lo largo de la misma un comercio directo y próspero con Bizancio y algunos de ellos terminaron instalándose en esos territorios (actualmente de Bielorrusia, Rusia y Ucrania). 

Hoy en día, es uno de los centros más importantes de educación y se considera uno de los focos artísticos de Europa más destacados. La ciudad cuenta con templos de la antigua arquitectura rusa de los siglos X-XVII y una famosa colección de iconos.

En Nóvgorod es difícil, y a veces imposible, determinar dónde termina la ciudad y dónde empieza el museo. El viajero que entra en estas tierras puede admirarse de la gran cantidad de tesoros. Solo en el centro histórico peatonal hay cuarenta iglesias. Algunos de los cincuenta monumentos más valiosos de la antigua arquitectura de los siglos XI-XVII se convirtieron en parte de la vida del mundo urbano moderno. Se pueden tocar las antiguas paredes de las iglesias, ver los frescos... En los tiempos medievales el antiguo Nóvgorod fue uno de los primeros centros de Rusia donde empezó la alfabetización de la población. La gente aprendía a escribir en corteza de abedul, que también se utilizaba en la correspondencia tanto entre enamorados como entre mandatarios. Según las leyendas, la corteza de abedul trae suerte y protege del mal de ojo. Para saber más sobre la vida de los antepasados, ya hace años que en la ciudad se llevan a cabo excavaciones arqueológicas. 

El kremlin

El kremlin de Nóvgorod, o Detinets, como era conocido en la antigüedad, fue fundado por el príncipe Yaroslav y está considerado el más antiguo conservado en Rusia (aparece mencionado por primera vez en las crónicas del año 1044). Es el centro administrativo, social y religioso de la ciudad. Increíblemente bello en cualquier época del año, el kremlin parece flotar por encima de los edificios modernos. Aquí se encuentran las más importantes exposiciones del museo-vedado de la ciudad, los talleres de restauración, una biblioteca, una filarmónica, una academia de arte y escuelas de música y de arte. Por eso, el conjunto de los edificios del kremlin es peculiar y pintoresco.

La catedral de Santa Sofía

La catedral de Santa Sofía es uno de los edificios de piedra más antiguos del país. Fundada por el príncipe Yaroslav el Sabio, es el santuario más importante de la ciudad y es su “custodio”. Desde el momento de su contrucción en Nóvgorod se ha desarrollado una actitud especial hacia la catedral. “La ciudad está donde está Santa Sofía”, decían los ciudadanos. La idea se desarrolló a principios del siglo XVI, en los tiempos del reinado de Iván el Terrible, cuando la cúpula central era dorada y en su cruz había una paloma de plomo que simbolizaba el Espíritu Santo. “Cuando la paloma abandone la cruz, Nóvgorod sucumbirá”, dicen en la ciudad, al mostrar la réplica que corona la catedral desde su restauración en la posguerra. En los tiempos de la Gran Guerra Patria una bomba destrozó la iglesia y la paloma cayó y desapareció. Entonces la gente empezó a decir que la vida de la ciudad había llegado a su fin. La ciudad era bombardeada cada día, pero gracias a los esfuerzos de los ciudadanos, los mayores tesoros se conservaron. Afortunadamente la cruz se encontró en España y en el año 2006 se devolvió a la ciudad a pesar de las protestas de soldados españoles que lo consideraron parte de su botín de guerra. El original está dentro de la catedral mientras que la copia sigue sobre la cúpula.

El monumento al milenario de Rusia

El monumento más famoso de la ciudad es el monumento al milenario de Rusia, erigido en el año 1862 con motivo de la celebración del milésimo aniversario del llamamiento de los varegos a la Rus (hecho que se considera como el principio del establecimiento del Estado ruso, aunque todavía se desconoce si se trata efectivamente de un hecho histórico). La idea de su creación fue del zar Alejandro II, que recibió el apoyo de los historiadores. 

Este ambicioso monumento, levantado en el centro de Nóvgorod, es una guía visual de la historia del Estado ruso. En su parte superior el ángel —que simboliza la ortodoxia—, bendice a una mujer arrodillada, que es Rusia. El segundo nivel lo forman seis grupos, cada uno de los cuales representa una de las etapas del desarrollo del sistema estatal de Rusia, un círculo en la parte inferior acumula toda la historia nacional. Las ciento nueve figuras del friso fueron aprobadas por los gobernantes y combinadas en grupos: funcionarios del gobierno, soldados y héroes y personalidades de la cultura y de la época de la Ilustración.

Entre ellas no se puede encontrar a Iván el Terrible, que después de la Opríchnina se convirtió en persona non grata a los ojos de los habitantes de la ciudad. En tiempos de la Segunda Guerra Mundial uno de los generales de Hitler trató de sacar el monumento del país. El hecho de que las tropas rusas se acercaran rápidamente a la ciudad lo salvó, puesto que ya había sido desmontado y preparado para transportarlo en ferrocarril.   

En el año 2009 la ciudad celebró su 1150.º aniversario, con ese motivo se levantó el monumento a uno de sus grandes ciudadanos, Serguéi Rajmáninov, compositor, pianista y director de orquesta, uno de los últimos compositores románticos de música clásica europea y considerado uno de los pianistas más influyentes del siglo XX.