Escudo de Rusia
El escudo de la Federación de Rusia consiste en una superficie de color rojo intenso con un águila bicéfala dorada como blasón. En el pecho de la misma se puede ver el escudo de Moscú, también en fondo rojo con la imagen de san Jorge plateada que vence al demonio con su lanza. El águila sostiene en su garra siniestra un cetro y en la diestra un orbe.
Pequeños cambios, grandes significados
La historia del actual escudo refleja el dramático y a veces escabroso camino del Estado. Aunque su apariencia haya ido cambiando de un Gobierno a otro, el águila bicéfala ha sido el símbolo principal de Rusia a lo largo de más de cuatro siglos.
La primera mención de un blasón data del año 1497.
La palabra “guerb” (escudo) llegó a la lengua rusa en los siglos XVI-XVII y proviene de la palabra alemana “Erbe”, que significa “herencia”. Así, la misma palabra contiene la característica más importante de un escudo: su estabilidad y uso permanente.
Los escudos surgieron en Rusia hace mucho y tuvieron mucha expansión, pero tan solo eran imágenes que no seguían ninguna regla de la heráldica, el arte de hacer blasones
Desde el principio de su existencia y hasta el siglo XVI, Rusia fue un estado feudal con muchos señoríos, por lo tanto no había un escudo nacional que representara todo el país. El escudo nacional no apareció hasta los tiempos de Iván III (1462-1505).
En la Rusia antigua, el águila bicéfala apareció después del matrimonio de Iván III y Sofia Paleólogo, la sobrina del último emperador bizantino Constantino XII Paleólogo.
A partir de finales del siglo XV empezó a aparecer el escudo bizantino en los sellos del gran príncipe de Moscú y desde el 1547 en el del zar de Rusia. Este consistía de un águila bicéfala, que al igual que el escudo de Moscú, también llevaba la imagen de san Jorge. El águila representada en este escudo tenía el pico cerrado y se asemejaba a un aguilucho.
A partir de ahí, los cambios del escudo ruso están estrechamente relacionados con la historia del país.
Durante el gobierno de Basilio III (1505-1533), el águila bicéfala mostraba los picos abiertos con la lengua fuera. Así apareció por primera vez en un sello adjunto a un documento del gran príncipe Basilio III. Como si estuviera enojada, el águila aparecía atemorizante, resultado de que Rusia había reforzado sus posiciones políticas y había llegado a ser el nuevo centro de la religión ortodoxa.
Durante el reinado de Iván el Terrible (1533-1584), Rusia obtuvo victorias decisivas sobre el Kanato de Kazán y el Kanato de Astracán, y anexionó Siberia. El aumento del poder ruso también se reflejó en la imagen del escudo: el águila bicéfala fue coronada con una cruz ortodoxa de ocho brazos. Colocar el escudo de Moscú en su pecho también se consolidó. Sin embargo, según las tradiciones de la pintura de iconos de Rusia, la imagen de san Jorge se situó al lado derecho del espectador, lo que contradecía las reglas de la heráldica.
Pequeños cambios, grandes significados
El veintiuno de febrero de 1613 Miguel I se convirtió en el nuevo zar ruso. Con él comenzó el desarrollo rápido del país y el águila del escudo “desplegó las alas”. Por primera vez el fantástico animal mostraba sus alas abiertas, símbolo del “despertar” de Rusia y del comienzo de una nueva era en la historia. Posteriormente apareció la imagen de una corona en lugar de la cruz de ocho brazos.
Bajo el mandato de Alejo I (1645-1676) surgió una imagen nueva del águila debido a que el emperador del Sacro Imperio Romano, Leopoldo I de Habsburgo, mandó a Moscú a su maestro heráldico, Lavrenti Jurelévich, para que enseñara su arte. Así comenzó la heráldica rusa. El águila de Alejo I fue prototipo de las siguientes imágenes oficiales del águila en el escudo ruso. Esta águila tiene las alas levantadas muy alto y bien abiertas, como símbolo del prestigio y poder que alcanzó el país. Sigue sosteniendo en sus garras el cetro y el orbe, como reflejo del establecimiento de la monarquía absoluta en Rusia.
En 1682, Pedro el Grande subió al trono (1682-1725). Rusia cambió mucho durante su mandato, bajo el que se convirtió en una importante potencia, más importante incluso que algunos Estados europeos. Pedro el Grande introdujo muchos elementos nuevos en la heráldica rusa. El águila pasó de ser dorada a negra, para demostrar la fuerza del Estado. En 1722 el monarca estableció el Departamento Heráldico y el cargo de maestro heráldico. Por primera vez en las alas del águila aparecieron dos escusones con los escudos de armas de los Principados de Kiev, de Nóvgorod, Astracán, Vladímir, Kazán y Siberia, los más importantes. Así, el águila bicéfala se convirtió en un símbolo de la unidad de la Rusia asiática y la europea bajo la corona única del emperador. Esto se advierte porque una cabeza estaba dirigida hacia el Oeste y la otra hacia el Este.
Hasta finales del siglo XVIII no hubo grandes cambios en la imagen del águila. Sin embrago, durante el reinado de Isabel I y de Catalina II, llamada la Grande, el águila parecía hembra.
Después, subió al trono Pablo I (1796-1801) e inmediatamente modificó el escudo ruso. El águila bicéfala se convirtió en parte inseparable del escudo de la familia del emperador. Dado que Pablo I era maestre de la Orden de Malta, en el pecho del águila apareció la Cruz de Malta, en cuyo brazo superior se ubicaba su corona.
Al ser coronado su sucesor, Alejandro I (1801-1825), se suprimió la Cruz de Malta del escudo nacional. En aquella época Francia influyó mucho en la imagen del águila: las alas se extendieron ampliamente, las plumas bajaron, una cabeza se inclinaba más que la otra y en vez de llevar en las garras el cetro y orbe, aparecieron una antorcha, una corona de laurel (a veces una rama), y las fasces de los lictores (insignias de los cónsules romanos que se componían de una segur en un hacecillo de hachas).
Durante los años de Nicolás I (1825-1855) el águila empezó finalmente a aparecer con las alas levantadas y así se mantuvo hasta 1917. En 1829, Nicolás I fue coronado rey de Polonia y en 1832 el escudo del Reino de Polonia fue ubicado en las alas del águila.
En los últimos años del mandato de Nicolás I, el barón Bernhard Karl von Köhne, que dirigía en aquel entonces el Departamento de Heráldica, intentó dar al escudo el carácter de la heráldica europea. En particular, el águila debía ser más seria y el jinete tenía que ser dirigido hacia el lado izquierdo respecto al espectador. Pero en 1855 el zar murió sin haber podido realizar los proyectos de Köhne.
El Gran Escudo de armas del Imperio ruso fue establecido el tres de noviembre de 1882. En el centro, en un escudo de oro aparece el águila bicéfala coronada doblemente y encima de las dos coronas, otra corona más grande que las une con la cinta de la Orden de San Andrés (el primer apóstol llamado por Jesús). El águila nacional agarra un cetro y un orbe y en su pecho podemos ver el escusón de Moscú.
Sobre este escudo central está el casco de Alejandro Nevski, sostenido por los arcángeles san Miguel y san Gabriel, y sobre ellos la inscripción “Съ нами Богъ!“ (S nami Bog! “¡Dios está con nosotros!”). En la punta se encuentra otro blasón. El escudo principal está rodeado por los escudos de los quince reinos y principados más importantes de Rusia.
El Gran Escudo de Rusia simboliza la unidad y el poderío del país. En él se conserva la vieja tradición de situar los escudos de los territorios que pertenecían al Estado ruso alrededor del águila.
A través de los métodos heráldicos en el Gran Escudo nacional están reflejados los tres elementos que unen a Rusia: la fe, el zar y la patria.
La ubicación circular de los escudos subraya la igualdad entre ellos y el escudo central de Moscú simboliza el deseo de Rusia de concentrar las tierras rusas alrededor de esa ciudad.
El escudo mediano es igual que el grande pero no lleva seis de los pendones nacionales. El escudo pequeño es parecido al mediano, pero sin el techo, las imágenes de los santos y los nueve blasones de abajo. Fue establecido el veintitrés de febrero de 1883.
En 1917 el águila bicéfala dejó de ser el símbolo de Rusia ya que los bolcheviques consideraron que se trataba de un emblema de la autocracia. El treinta de noviembre de 1993 el entonces presidente Borís Yeltsin firmó el decreto por el cual el águila bicéfala nuevamente se convertía en el escudo de Rusia.